martes, 25 de marzo de 2014

FILOSOFÍA GUARDIOLISTA

"Siempre he pensado que todos los chicos se hicieron futbolistas por el contacto con el balón. Tenemos el deber de nunca olvidar esto. Cuando jugaba en el barrio, yo quería el balón y luego atacar, y cuando me lo robaban, me molestaba. En esto sí soy muy egoísta, el balón lo quiero para mí, y si el contrario lo tiene, no le espero, se lo voy a quitar, que sepa que se lo voy a quitar, que voy a por él. Mis equipos son un reflejo. El balón lo quiero para mí, no espero que me lo entreguen, no espero el error, quiero provocar el error e ir a buscarles. Como entrenador, yo vivo más tranquilo cuando juego en el campo contrario que cuando lo hago en mi campo. Cuando estoy más cerca de mi portería tengo más miedo que cuando me acerco a la contraria”.
“Sino puedo intervenir en defensa, tengo que colocarme para atacar; y si no puedo intervenir en ataque, debo colocarme para defender. La situación de defensa empieza antes de la perdida del balón, estaría formada por todos aquellos movimientos que realizan los jugadores que no intervienen directamente en el momento ofensivo para preparar la situación de defensa” Juanma Lillo

COMPORTAMIENTO TRAS PERDIDA DE BALON

Ante una pérdida, para saber cómo nos vamos a comportar es necesario conocer el entorno en el que se ásta produce. Como no hay dos entornos iguales, tampoco hay dos comportamientos idénticos. Por ello, la influencia contextual es tan importante en este juego. Porque nuestro modo de hacer está condicionado por el ambiente en el que hacemos.
Según qué futbolistas jueguen, reaccionaremos de una forma u otra ante la pérdida. Según qué jugadores tengamos, la fase ofensiva se desarrollará de una forma u otra. Por tanto podrán perder el balón de un modo u otro y entonces reaccionar ante ese estímulo en función de cómo se dio. Y según qué jugadores actúen se podrá presionar de una forma u otra, o presionar o no. Y la influencia de los rivales, también es fundamental, ya que también son jugadores y tienen influencia en el desarrollo del juego. No sólo tener en cuenta lo que nosotros somos, sino también lo que es el rival para poder sacar más ventaja. No se podrá actuar igual ante la pérdida el Real Madrid y el Chelsea, mientras que tampoco podrán actuar igual si juegan contra el F. C. Barcelona o contra el Manchester United. No podrán actuar igual ante la pérdida, ni igual ante cualquier otra situación del juego. El quiénes tiene una influencia brutal, y por eso en el fútbol no hay dos situaciones iguales, aunque sí parecidas. Porque los sujetos y sus circunstancias nunca coinciden
Quien obvie la importancia del jugador, que es el que toma las decisiones, en el juego, es necio. Como también quien obvie la del entrenador, capaz de identificar los mejores entornos para sus jugadores para que jueguen del modo que más se acerca a lo que son. Los jugadores son los más importantes, pero con la figura del entrenador son más. ¿Por qué recriminar la vanidad del entrenador por realizar su trabajo, cuando lo que hace es trabajar para sus jugadores, que son los que más influencia tienen en este deporte?
La zona de la pérdida será una de las claves que determinarán nuestro comportamiento. El carril en el que se produzca la pérdida y la altura de ésta. No es lo mismo perder cerca del área rival que cerca de la nuestra. Entonces, ¿nos comportaremos igual? Obviamente no. Como tampoco es lo mismo perder dentro que perder fuera.

lunes, 17 de marzo de 2014

Oscar Cano, entrenador y escritor

OSCAR CANO.

LUIS ARAGONÉS: EL HOMBRE QUE AGRANDÓ LA REALIDAD.

luis aragones2Foto: Alejandro Ruesga
“Usted y yo sabemos que la pelota corre más que ellos. Y que la tocamos mejor que ellos”. “Aquí manda usted”. Así trataba de convencer Luis Aragonés a Xavi Hernández de que era el momento de canjear el modelo que asfixió anteriormente a jugadores excepcionales como los componentes de la “quinta del buitre”, o que desplazó a Guardiola como expresión de un juego desde la pelota, para magnificar el discurso del sudor y las lágrimas.
No jugaban los mejores, sino los que se parecían más a los fornidos futbolistas de otras selecciones. No entendíamos que los demás ganaban por buenos y no por grandes.
Con el de Hortaleza, el cuero volvió a rodar entre las botas de los que mejor saben hacerlo circular, desenmascarando la implementada y absurda idea de que el equilibrio es más factible desde las diferencias que desde las semejanzas. Supimos que el balón puede estar no dividido cuando las capacidades de los que se relacionan son análogas.
Empezaron a hacerse vitales aquellos procedimientos tácticos que difícilmente pueden proceder de una pizarra puesto que los decretan los que no se dejan comparar con viciadas flechas, disciplinados triángulos o manipulados circulitos.
Desde ese social sentimiento de libertad, que aúna a los que juegan fomentando la autonomía más útil de a quienes van pasando la pelota, la selección del 2008 hizo el mejor fútbol que se recuerda en los últimos cuarenta o cincuenta años.
Nacía ante nuestros ojos algo que costaba creer debido a las creencias heredadas. Se fracturaban todas las certidumbres recibidas por nosotros en los distintos cursos que nos titulaban como entrenadores. Nuestras convicciones sufrían un duro revés, algo emergía para ampliar la realidad.
El impacto fue tal, que el valor de los centrocampistas denominados “defensivos” decreció significativamente en pos de la búsqueda casi enfermiza de “Iniestas”, “Xavis” o “Silvas”.
Luis le devolvía el juego a los que mejor lo juegan, que es sinónimo de devolvérselo a la gente que se agolpa en los asientos de cualquier graderío.
Dejó que se significaran, que gritaran en silencio quienes únicamente persiguen que se escuche el balón. Los defensores descubrieron que podían ser los primeros atacantes,mientras que los atacantes, por el nivel de circulación de pelota exhibido, pudiesen ser los primeros defensores. Germinaba un fútbol redondo, donde ataque y defensa se fundían en una unidad no dada a fraccionarse.
Posibilitó un juego que hizo trizas a los que instauraron la necesidad de ver necesarios a los que decían que el ideal futbolístico nacía de la maximización de lo condicional.
Todo aquello que se aposentaba en esa extraña realidad llamada “preparación física”, quedó hecho añicos, arrollado curiosamente por piernas delgadas, cuerpos minúsculos y reducidos desplazamientos.
Y todo ello ganando, para que no se les acabe olvidando a los grandes resultadistas, que relacionan este tipo juego como un proceso de perdedores.
Jamás sabremos lo que pasó por la cabeza del “zapatones” para que acabaran juntas sobre el terreno de juego tantas neuronas de valor incalculable, pero si que pasará a la historia del fútbol esa maravillosa forma de alcanzar la victoria.
Gracias Luis.

OSCAR CANO.

ARDA TURAN. EL ELEMENTO VERTEBRADOR.

ardaturan-A.gutierrezFoto: A. Gutiérrez
La revolución que representa el fútbol del Atlético de Madrid no está bañada únicamente en sudor y obediencia marcial al grito del “Cholo”.
Optimizar semejante cantidad de esfuerzo, prosperar como organización compitiendo hasta transgredir los límites de cada cual, requiere de reflexión. Se necesitan jugadores que le pongan la métrica a dicha doctrina. Toda obra conceptual exitosa se elabora con talento.
Las distintas combinaciones entre los movimientos de unos y otros, que pueden proyectarse en el campo de juego, deben proporcionarse para que la eficacia recubra dicho proceso.
El conjunto de la ribera del Manzanares cuenta entre sus filas con un centrocampista turcoque representa una oda al intelecto. Sin él sobre el rectángulo de juego, los de Simeone pierden gran parte de sus recursos puesto que las capacidades de los alineados se reducen sin la intervención de quien las estimula. En su ausencia, se llega con pocos, se defiende muy atrás y Thibaut Courtois se exhibe con demasiada frecuencia.
A pesar de su excepcional calidad, sabe que cada expresión personal se debe al equipo puesto que es el equipo quien le permite del mismo modo comportarse de manera tan magistral.
Cuando él agarra la pelota todo se agrega, las distintas cualidades se concilian y conspiran para la expansión de la red rojiblanca en campo rival. Se desliza como si estuviese utilizando patines para hacer que todo encaje.
Utiliza los ritmos convenientes para que cada impulso personal quede preparado para convivir con el de los demás.
Con él, los desmarques en primera oleada de Costa o Villa se convierten en definitivos, así como también es capaz de juntar las oleadas restantes y proponer otro tipo de apariciones en los espacios de finalización. La prioritaria fórmula para alcanzar el gol, consistente en verticalizar las acciones, deja de ser exclusiva. El pase horizontal forma parte del modelo de construcción de situaciones de ataque, porque curiosamente permite ser eficazmente profundos. Ya no son únicamente los primeros en llegar los que representan el peligro. Hay una sucesiva amenaza de los que aparecen un momento después.
Su cadencia argumenta la función de los Juanfran y Filipe Luis, pues les indica a qué altura deben jugar y cómo deben contribuir a la conclusión de las jugadas de ataque. Acerca al área a los centrocampistas y favorece que en caso de pérdida se pueda defender lejos del área propia.
En síntesis, Arda no es sino la esencia de la gigantesca consistencia que transmite su equipo.

miércoles, 26 de febrero de 2014

FUNDAMENTOS DEFENSIVOS

Principios Tácticos Básicos. (I)
Primera de una serie de entregas, con fundamentos teóricos y ejercicios prácticos.
 Son simples, son básicos, son el “abc”de la táctica moderna, son sencillos, y aparentemente de perogrullo, pero lean estimados lectores y comprobaran como aunque básicos no siempre se cumplen, en la élite:
Demorar el ataque del contrario: cuando tu equipo pierde el balón para dar tiempo a que el conjunto se reagrupe y se ordene. Parece fácil, pero quizá no lo sea tanto cuando se valora mucho esta capacidad en jugadores como Busquets, Alonso, en general presentes en todas las alineaciones.
Coberturas y ayudas en general: Siempre que se posible acudir a apoyar a un compañero bien porque puede ser superado por un rival hábil o bien porqué se encuentra en inferioridad numéricas. Muy típico de los centrales cuando basculan a una banda a apoyar a los laterales o de estos cuando cierran el lado contrario por donde ataca el rival, asunto este que habitualmente olvida por ejemplo el madridista Marcelo.
Mantener el equilibrio defensivo: no volcar todos los defensores alrededor del balón, ya que un cambio de sentido de este puede cogernos descolocados, para ello usaremos lo que se ha dado en llamar vigilancias defensivas. El Barcelona saca mucho provecho de los espacios generados al lado contrario de donde comienza el ataque.
Presionar al jugador atacante: No permitir que pase con tranquilidad, que no piense para elegir la mejor opción, limitarle las posibilidades de conducción, apoyo, desplazamiento del balón. Fundamental en defensas adelantadas que suelen sufrir la displicencia de algunos mediocampistas que no presionan adecuadamente.
Autocontrol: no perder la perspectiva del balón y del oponente, normalmente te hacen efectuar movimientos perjudiciales por ejemplo habilitar a un contrario que estaba en fuera de juego, por el impulso de retroceder.
Ejercicio Defensivo Genérico

Primer ejercicio defensivo genérico:
-         Jugadas defensivas: Temporizar, presionar, recuperar
-         Medio campo.
-         10 jugadores en cada medio campo, un portero en cada porteria.
-         Cada medio campo es un escenario independiente.
-         Durante 2 minutos 4 atacante contra 1 defensa en medio campo, cada vez que hacen gol han de volver a medio campo para iniciar nueva acción de ataque. Se contabilizan los goles.
-         Siguen dos minutos contra 2 defensas, 2 minutos contra tres defensas y 2 y minutos contra 4 defensas. Se contabilizan el número de goles.
-         Se puede añadir dificultad premiando los goles como dobles en el ataque contra 4, además los defensas en esta fase tiene premio por cada 2 balones recuperados (restar un gol etc).

¿POR QUÉ SE JUEGA COMO SE ENTRENA?

Entreno  así, entonces  así juego, así quiero entrenar, así quiero jugar, para que mis futbolistas y mi equipo se diviertan, cada día más, para que lo sigan haciendo también el día del partido.
Se juega como se entrena. Alcanzar el objetivo. Modelo de juego, modelo de club. Sí pienso juego mejor. Juegos combinados con juegos analíticos. Jugar y divertirse
Jugamos así porque entrenamos así.
El niño futbolista es una realidad basada en acciones que intenta practicando. Esta práctica la realiza a través del entrenamiento, donde se forma como deportista. En esta formación los entrenadores aplicamos diferentes habilidades sobre las cuales organizamos nuestro método de entrenamiento para lograr mejores jugadores de fútbol.
La metodología del entrenamiento de futbol, durante años, ha estado basada en que a la competición se llegaba preparando al futbolista de una manera fraccionada en sus aspectos físicos, técnicos, tácticos, con sesiones alejadas del juego real. Aceptamos, desde hace algún tiempo, que un entrenamiento de fútbol, en gran medida, debe consistir en el desarrollo del juego en sí. Por esta razón, los educadores optamos por ofrecer una amplia colección de ejercicios que se parezcan a la competición y, al mismo tiempo, nos esforzamos en aplicarlos de forma autónoma. Si entreno así, así jugaré.
Se juega como se entrena
Hemos escuchado una y otra vez desde la infancia, “se juega como se entrena”, refiriéndose a la relación directa entre competición y entrenamiento. Se ha de practicar mucho y bien, para que el trabajo realizado durante la semana se vea reflejado durante la competición, porque todo esfuerzo tiene su recompensa y en el fútbol más.
Si jugamos como entrenamos, nos referimos también a una actitud, aunque no sea tampoco una realidad absoluta en todos los aspectos. Si se entrena al 100%, se jugará todavía mejor, principalmente por dos razones: física y psicológica. La preparación del entrenamiento nos llevará a una posibilidad de esfuerzo mayor en la competición y la motivación, ante un partido, será superior que la del entrenamiento y ésta nos puede llevar a un nivel de rendimiento más elevado.
La actitud con la que nos enfrentamos a la tarea marcará nuestro futuro, si trabajamos con niveles bajos de trabajo, cuando lleguemos a la competición, no superaremos ese porcentaje. Otra de las cuestiones básicas para que un equipo opere con un rendimiento superior a la media, es  el que el entrenador conozca a nivel personal y técnico a cada uno de sus componentes.Conocer a nuestros alumnos, hace que podamos aprovechar mejor sus habilidades. Cada jugador tiene una posición donde se encuentra mejor y puede rendir más, y tendremos que negociarla, entre el entrenador y jugador, la que consideremos más adecuada.
Alcanzar el objetivo
Entrenamos aproximadamente 4, 5 o 6 horas a la semana, para jugar hora y media de partido. O hacemos bien ese trabajo, o si lo hacemos mal, estaremos acostumbrando a nuestro cuerpo y a nuestra mente a un ritmo de juego negativo, que se trasladará a la competición.
En el entrenamiento no es recomendable practicar demasiados objetivos a la vez, es mejor ir paso a paso, y según se asimilen las cosas ir avanzando. Los equipos deben estar organizados según el nivel de sus componentes. La preparación del grupo estará basada según actúen en entrenamientos y en partidos. Dedicarle tiempo a conocer el juego, estudiarlo y, sobre todo, entrenarlo es vital para conseguir el objetivo marcado. Este objetivo es claro, entrenar jugando, basar el entrenamiento en un juego competitivo, acorde a las características de jugadores y equipo, donde los niños potencien de una manera conjunta todas sus capacidades.
En primer lugar, hay que alcanzar un estado de equilibrio entre la dificultad de la tarea a realizar y la habilidad de la persona que la realiza. Si la tarea es demasiado fácil o demasiado difícil, jamás podremos alcanzar nuestro propósito. Puede resultar extremadamente positivo para conseguir nuestras metas deportivas, disfrutaremos, evolucionaremos y mejoraremos el rendimiento del niño cada vez más.
Modelo de juego, modelo de club
En cualquier equipo el interés por el trabajo debe ser común para avanzar, debemos aprender de la importancia del entrenamiento y de la metodología del mismo, del modelo, es decir, cómo queremos jugar. Debemos tener en mente la idea de divertirnos defendiendo y con sentido colectivo atacando, gracias a la constancia y sacrificio a la hora de entrenar. Porque hay jugadores que sí, son muy buenos, pero no entrenan, o al menos no al nivel o las horas que se les presupone. Entreno por el bien del equipo, del grupo, de mí mismo. Si yo mejoro, también mejora mi equipo y por lo tanto su juego.
Un equipo es lo que trabaja, lo que entrena. Independientemente de esto, hay que preguntarse: ¿Tenemos equipo para jugar al estilo que proponemos? ¿Creemos que jugando así, con estos jugadores, vamos a sacar los mejores resultados? De eso se trata, de sacar el mejor resultado del niño, de formarlo y orientarlo hacia lo que es mejor para él y para el equipo. Sobre esto tiene mucho que ver el modelo que haya dentro del club.
Cada equipo, en función del tipo de juego planificado por el club, si lo hubiera, debe atender “su realidad”, desarrollar una metodología de entrenamiento adaptada a su grupo, trasladando a cada tarea de entrenamiento las características del juego general planteado, logrando así la mejor y más fiel transferencia de equipo a equipo. En las sesiones de entrenamiento los máximos protagonistas serán el balón, los jugadores y los juegos de competición, perfeccionando los principios que nuestro modelo requiere. La trasferencia de jugadores de unos equipos a otros, de unas etapas a otras, será menos sufrida.
Si pienso, juego mejor
Nos hemos preguntado alguna vez ¿quiénes son los jugadores que deciden los partidos? ¿Quiénes son los mejores? ¿Los mejores técnica o tácticamente? Casi siempre, los que piensan. El buen jugador es el que toma las decisiones más rápido.
La velocidad en el juego cada día es mayor. Los jugadores de primer nivel no corren más o más rápido, deciden antes la jugada a realizar. Los grandes jugadores hacen las cosas pensando rápido, porque tenemos poco tiempo para ello. Esto también se puede entrenar.
En un partido de fútbol muy pocas veces se repite una misma situación, lo que implica que tengo que estar preparado para responder a múltiples posibilidades que se me van a plantear. El entrenador no debe limitarse a dar órdenes a sus jugadores, debe enseñarles a pensar durante las sesiones de entrenamiento, el día del partido o en el mismo descanso. Si no lo hace, puede caer en el error de convertirse en un ordenador que se encarga de preparar maquinas, en vez de niños. Los jugadores que no crean, no inventa o no sueñan con esa jugada difícil de realizar, independientemente de la capacidad que tengan, no serán mejores futbolistas.
El jugador del F. C. Barcelona, Sergio Busquets, no suele dar, casi nunca, el pase definitivo de gol, pero no pierde ni un solo balón en todo el partido, se equivoca poco porque piensa rápido y bien, es considerado el jugador clave del equipo por muchos entrenadores. El fútbol está lleno de errores, los partidos se deciden por ellos y el jugador que menos balones pierde, menos pases falla, puede convertirse en el más determinante del partido.
Juegos combinados con juegos analíticos
No hay metodología de entrenamiento mágica para formar buenos futbolistas. Esta, con el paso del tiempo, ha cambiado radicalmente. Pasamos de métodos totalmente analíticos, donde los entrenamientos eran repeticiones constantes de movimientos con balón, a métodos cada vez más globales e integrados, es decir, el jugador aprende jugando, en situaciones más reducidas, pero con adversarios y compañeros.
Nuestra propuesta es la de enseñar con situaciones de amplia superioridad numérica, facilitar la tarea al atacante o al defensor, según objetivo, hasta llegar a las acciones de igualdad de número, en cada jugada. Las sesiones, en las etapas formativas de los más pequeños, requerirán situaciones analíticas, para la mejora individual del niño,dondeaprenderá lo básico, el pase, la conducción, el control y, sobre todo, el regate. Lo ideal es que esta fase la apliquemos, básicamente, en las primeras etapas de iniciación -benjamín y alevín- y como recordatorio en etapas superiores -infantil y cadete- utilizando estas tareas en periodos de calentamiento, fundamentalmente, o en el inicio de acciones combinadas de las sesiones.
Jugar y divertirnos
En el fútbol no hay límites y el niño no debe ponerse ninguno, sino se estancará y perderá la ilusión, debe seguir las indicaciones y los consejos de su entrenador, buscar referencias de los mejores jugadores, jugadores de los que pueda aprender y crecer, y el entrenador le ayudará en ello. No podremos cambiar el pasado del futbolista, pero si podremos cambiar cómo será en el futuro, modificando sus actuaciones erróneas, si actuamos de manera distinta formaremos futbolistas distintos.
Jugamos según entrenamos, aunque el entrenar bien no significa que siempre juguemos bien, pero sí que tendremos más posibilidades. Jugamos tal como entrenamos, ya que el entrenador sabe a qué quiere jugar y, como tal, así debe plantear el entrenamiento y preparar al equipo para los partidos.
Así entreno, así juego, así quiero entrenar, así quiero jugar, para que mis futbolistas y mi equipo se diviertan, cada día más, para que lo sigan haciendo también el día del partido.
Pedro Meseguer Díez
Técnico Deportivo Superior de Fútbol
Entrenador Nacional

lunes, 24 de febrero de 2014

jugar para ganar o enseñar a competir. Por Trifón Poch

Categoría: OPINION|5 Comentarios »
Seguimos hablando de baloncesto de formación. No hay que malentender las cosas. Una realidad demasiado habitual es ver a equipos de niños dirigidos como si fueran profesionales, con la victoria como objetivo que condiciona tanto la dirección de los partidos como el trabajo diario de los entrenamientos. La otra opción es hacer un enfoque correcto y enseñar a botar, a pasar, a tirar, a entender el juego. En esta segunda línea no se trata de que no nos importa ganar, no ponemos “la otra mejilla”, no practicamos un deporte socializado en el que todos somos iguales. Simplemente, ganar no es la prioridad. En mi opinión, además de todo lo que debemos hacer para formar técnica y tácticamente a nuestros jugadores,enseñar a competir debe ser otro objetivo prioritario. ¿Qué entiendo por enseñar a competir?
Hay que competir con uno mismo. Afán de superación. Tenemos que saber plantear a los niños retos individuales de mejora que provoquen la necesidad de esforzarse para conseguir algo que deseas. Esforzarse física, pero también mentalmente. Recuerda que no hay que dárselo todo hecho. Ellos tienen que poner su procesador y su disco duro a tope para comprender el concepto que estás entrenando y ser capaces por ellos mismos, con tu ayuda, de superar la oposición de su defensa o de aprender a mover los pies correctamente para alcanzar el objetivo que buscan. Tenemos que ayudarles a que ganen confianza, a que mejoren su autoestima. Superar una dificultad por sí mismos tras un esfuerzo físico o de comprensión, conseguir la canasta o recuperar un balón, ver la reacción de los compañeros o recibir el refuerzo positivo del entrenador ayudan más a un jóven que los gritos de toda una vida.
No todos somos iguales. Hay que poner al equipo por encima de las individualidades, pero tampoco es cuestión de irnos al país de los teletubbies. No es una situación real en ningún ámbito de la vida y, por lo tanto, no creo que sea malo que los niños sepan cuál es el nivel de cada uno. Ellos no son tontos: cuando empiezan a jugar con 6 años, en los primeros partidos, sólo se la quieren pasar al que tiene suficiente fuerza para llegar al aro y meter canasta. El entrenador tiene que provocar que los mejores también sean una referencia dentro del grupo. No sólo “el más bueno”, también el que más se esfuerza, el que presta más atención, el que ayuda más a los compañeros. Todos deben tener deseo por mejorar y el entrenador tiene que mantener el mismo nivel de exigencia con todos (no exigir más a los mejores o que hagan lo que les dé la gana). Por supuesto, es fundamental que demostremos que confiamos en todos y que de verdad creemos que todos los jugadores son importantes para el equipo.
Somos un equipo. En el sentido de que somos un grupo que, conociendo sus diferencias, trabaja unido por conseguir unos objetivos. Hay que fomentar la capacidad de asumir los errores de los demás, de aprender a que es necesario colaborar entre varios para alcanzar algo que nos satisfará a todos. Tenemos que transmitir que la aportación de cada uno es básica; si algo falla, todo falla. Es aquí donde podemos dar importancia al detalle, a las pequeñas cosas que te hacen conseguir algo grande. La ejecución correcta de un simple gesto técnico puede ser la diferencia entre que un pase llegue o no a dónde tiene que llegar para conseguir la canasta que te hace ganar o perder. Es tan importante el que la mete como el que la ha pasado, el que ha puesto el bloqueo para librar al tirador o el que robó con su actitud defensiva el balón decisivo.
El respeto es un valor indispensable. El equipo rival o el árbitro no son nuestros enemigos. Llegado el momento de la competición, del partido, no hay que transformarse en “máquinas de matar”. Se trata de mantener claros los objetivos. Uno de ellos es ganar, pero sólo es uno más. Hay que seguir haciendo correcciones constantemente sobre los conceptos que has trabajado durante la semana y hay que marcar tres o cuatro ideas en las que focalizar la atención de los niños en cada partido: tenemos que recuperar 15 balones, dar tres pases antes de tirar, que no nos metan más de 50 puntos, etc. Competimos contra un oponente al que hay que respetar y debemos hacerlo siempre con una actitud deportiva. El árbitro es una ayuda, no un problema. Los niños están más pendientes de nosotros de lo que nos pensamos. Cualquier actitud por nuestra parte se convierte para ellos en un referente: si el entrenador se pasa el partido protestando (que irresponsable pérdida de tiempo) provocamos en los niños una actitud agresiva que proyectarán hacia los otros niños y hacia el árbitro.
Si enseñamos a competir, estaremos también mejorando nuestras posibilidades de ganar partidos, pero lo que es seguro es que conseguiremos por el camino pequeñas victorias individuales, interiores, que son las que de verdad ayudan a la fomación de nuestros pequeños jugadores-personas.
Es mejor compartir!

SABER PERDER ES UNO DE LOS MAYORES TRIUNFOS


martes, 18 de febrero de 2014


LO DURO DEL FÚTBOL: ÚLTIMO LIBRO DE DAN ABRAHAMS

Escrito por Cornelio Escipión en Domingo, 13 Octubre 2013. Publicado en Escritos de Fútbol

EL CONOCIDO PSICÓLOGO DE LA PREMIER NOS DA LA CLAVE PARA LA MEJORA DEL FUTBOLISTA

Soccer Tough: Lo Duro del Fútbol.
"Ponte cómodo y cálzate las botas de uno de los mejores jugadores del mundo, ese que juega en tu puesto y del cual quieres aprender. Conviértete en leyenda durante unos minutos. Imagínate jugando bajo los focos de un estadio".
Así comienza el prestigioso consultor en Psicología del Fútbol , el inglés Dan Abrahams su última publicación "Lo duro del fútbol" . Aquí en Espacio Fútbol, les ofrecemos una reseña de estas "técnicas sencillas de psicología del Fútbol para mejorar el juego"

Técnica, velocidad y ejecución táctica son componentes cruciales para ganar en el fútbol, pero es la fortaleza mental la que distingue a los mejores jugadores, esto es, la habilidad para jugar cuando la presión es máxima, el contrario es mas fuerte y el miedo es mayor.
Los mejores jugadores y entrenadores entienden la importancia de la psicología deportiva en el fútbol. ¿Como entrenas tu mente para jugar o enseñar a jugar, para convertirte o convertir en el mejor?.
Soccer Tough “Lo duro del fútbol” desmitifica esta parte crucial del juego y ofrece técnicas prácticas que permitirán a jugadores de todos los niveles desarrollar efectivamente la concentración, la energía y la confianza.
Entre otras cosas podemos encontrar en el libro:
  • Entrenar el cerebro futbolístico y la mentalidad del futbolista en la competición.
  • Usar el poder del lenguaje corporal para jugar con energía e intensidad.
  • Establecer rutinas mentales que enfoquen la concentración del futbolista y den estructura mental al juego.
  • Utilizar reflexiones persuasivas para desarrollar la certeza y la confianza durante la competición.
  • Aumentar la confianza del futbolista en sí mismo a través de la visualización y las imágenes mentales.
El autor además ofrece a través de numerosos “twitts” en el propio libro frases breves de apoyo al futbolista:
  • Es la repetición de lo básico lo que hace que lo complejo parezca sencillo"
  • "El mas débil de los toques puede anotar un gol solamente. El pensar correctamente anota muchos goles"
  • “ Un jugador de fútbol debe ignorar a cualquiera que diga que él no puede”
  • Voy a tener partidos malos, pero voy a seguir tratando de tener partidos buenos”
Dan Abrahams: Uno de los principales consultores de psicología del fútbol en Europa.
Diploma con Matrícula de Honor en psicología y un Master en psicología deportiva.
Dan ha trabajado con mas de una docena de clubes ingleses, es además ponente con mucha demanda en universidades, colegios, y organizaciones de fútbol, como la Asociación de Fútbol inglesa, la Asociación de futbolistas profesionales o la Asociación de Entrenadores de la Liga.

FUTBOLISTA TOTAL:FÍSICO, ENERGÉTICO Y ESPIRITUAL

Escrito por Marián Fernández Blázquez en Domingo, 20 Mayo 2012. Publicado en Vuelta a la Calma

VUELTA A LA CALMA

El triple plano que compone al ser humano, su incidenica no solo en la persona sino en el futbolista de élite, como trabajar la configuración holística del jugador y mejoras para su rendimiento deportivo.
TRIPLE COMPOSICIÓN DEL SER HUMANO E INCIDENCIA EN EL FUTBOLISTA TOTAL- TÉCNICAS PARA SU DESARROLLO
 El ser humano se compone de tres planos. Un plano puramente físico. Otro sutil  compuesto de energía. Y un tercero causal o meramente espiritual. Toda actividad física, para bien o para mal, ejerce una acción en el plano físico que va a repercutir en el cuerpo energético, que es el terreno de la menteEl futbolista,  considerado en un plano total u holístico, no puede dejar pasar por alto estos tres planos, bien sea en su actividad puramente física o deportiva, así como en su actividad personal o mental.
Holistico PiedrasEl Yoga, y la Meditación, son unas disciplinas milenarias, holísticas y espirituales; una ciencia, arte y filosofía de vida que integra mente, cuerpo y espíritu del ser humano para lograr un estado de plenitud, armonía y felicidad, paz interior e integración del mismo. Ambos van aparejados y son complementarios, puesto que Uno es el entrenamiento del cuerpo físico y la Otra del mental. No es un deporte pero puede ser muy útil para los deportistas y sus diversos estados de ánimo que les permitan ganar o perder. Un deportista rinde más con un estado emocional, mental y espiritual equilibrado, mientras que si no lo está no logrará resultados positivos. Así, es importante considerar a un deportista como un todo, y la personalidad del mismo define sus características psicológicas y cognitivas de tal manera que no tener en cuenta el tripe plano del mismo sería un craso error, puesto que el impacto que tiene en el resultado deportivo es innegable y ha de trabajarse en el entrenamiento deportivo no solo el aspecto físico, sino el plano psicológico, así como el espiritual.
            La triple composición del ser humano, cuerpo físico, cuerpo sutil o energético y cuerpo espiritual, nos lleva a ver al deportista, en nuestro caso al futbolista, como total; puesto que toda acción física que se ejerce sobre el plano físico del ser humano repercute en el plano energético que nos conduce directamente a la mente. De esta manera se trabaja la actitud interior que es la que posibilita los cambios en el deportista y/o futbolista, pudiendo de este modo por ejemplo trabajar sobre el impacto positivo o negativo de una victoria o de una derrota respectivamente. Si un futbolista está entrenado para perder entonces estará preparado para ganar.
            Así como existe un calentamiento físico en los entrenamientos que prepara músculos, articulaciones, etc., debe existir en ellos un calentamiento mental que afine la actitud y el tono emocional del futbolista. Un profesor de Yoga puede adaptar una rutina para cada futbolista individualmente, y en equipo, siendo recomendable hacer sesiones de una hora de yoga físico tres veces por semana, antes o después del entrenamiento y meditación diaria. Y uno de los aspectos también a trabajar es la respiración y su importancia como ya expliqué en un artículo anterior.
            Una vez disputado el partido, el futbolista tiene una sesión posterior en que se trabaja la recuperación física, pero no tenemos que olvidar dentro de esta recuperación la emocional, que debidamente entrenada a través de psicólogos, entrenador, yoga y meditación, se restablece la calma en el mismo y el innegable beneficio en su rendimiento.
Se pueden practicar técnicas para restablecer la calma como la relajación por tensión, la relajación inducida, la relajación cognitiva de conductas, estiramientos físicos, así como posturas practicadas inmóviles en el tiempo y concentrados en ellas para tomar conciencia corporal y calmar la mente e incidiendo en la respiración, etc. Siempre teniendo en cuenta que el Yoga no es una gimnasia, ni un estiramiento, y un entrenador no puede enseñar yoga si no están capacitados para ello o no lo comprenden; ya que el Yoga aplicado para el deporte es una educación espiritual y no física, donde hay que tener un cierto dominio sobre técnicas mentales y espirituales, que ayudarán al rendimiento del futbolista en el plano deportivo, así como en su vida personal.
También el plano físico el yoga ayuda a la recuperación física deportiva con los estiramientos y posturas, mejorando y previniendo lesiones deportivas, no cabe duda, pero va más allá del plano meramente físico. La relajación inducida al finalizar un partido por ejemplo les puede permitir una recuperación más eficiente analizando el plano psicológico y mental. La aceleración del proceso de recuperación muscular gracias a la oxigenación que proporciona  la respiración diafragmática y el estiramiento pasivo compensado son otros de los beneficios físicos.
Tengamos en cuenta el valor de la confianza en el futbolista considerado como un ente total, la seguridad en él mismo, la intelectividad para el juego, su emotividad personal, la volitividad a la hora de tomar decisiones, y una serie de características y rasgos de la personalidad del futbolista que no podrían ser tomados en cuenta si no lo consideramos en este triple plano: físico, energético y espiritual, que nos llevarán al FUTBOLISTA COMO ENTE TOTAL.

CHARLAS TÁCTICAS Y MOTIVADORAS: IDEAS GENERALES (I)

Escrito por Félix Carlón en Domingo, 18 Diciembre 2011. Publicado en Táctica

CHARLAS PRE-PARTIDO: MOTIVADOR-ENTRENADOR

La charla pre-partido debería conducirse entre una y dos horas mínimo antes del partido, cuando los jugadores aún están receptivos y no envueltos en la tensión propia de los minutos antes del choque.
Es habitual que conceptos básicos, como fortalezas y debilidades del contrario ya hayan sido abordados durante las sesiones previas, pero los futbolistas son olvidadizos, como todos ante el estrés, y conviene recordarles estas pautas.
Es obvio que el entrenador actual emplea gran parte de su tiempo en comunicarse con sus jugadores, podríamos ampliar esta definición diciendo que además de con estos también con directivos, prensa etc.
Es por ello que se le atribuyen entre otras características las de un buen comunicador,  a las ya conocidas de sabio del fútbol, psicólogo, motivador, líder y un interminable etc, que de darse todas en la misma persona harían de él, un hombre perfecto. No existe.
En cualquier caso convendremos que a la hora de las llamadas “charlas tácticas” es imprescindible poseer rasgos de gran comunicador,  exigible y necesario.
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Introducción
Cuando leemos o escuchamos aquello de “durante la semana preparamos el partido”, la frase es tan sencilla aunque tan llena de sentido tanto como que los profesionales preparamos el siguiente partido durante toda la semana, ensayando movimientos, estrategia, probaturas de jugadores, y otros menesteres.
Una vez conseguida la puesta a punto semanal, nos vemos en uno de los momentos mas complicados a la vez que excitantes para el entrenador.
La charla pre-partido debería conducirse entre una y dos horas mínimo antes del partido, cuando los jugadores aún están receptivos y no envueltos en la tensión propia de los minutos antes del choque. Es habitual que conceptos básicos, como fortalezas y debilidades del contrario ya hayan sido abordadas durante las sesiones previas, pero los futbolistas son olvidadizos, como todos ante el estrés, y conviene recordarles estas pautas.
El principio fundamental del mensaje es “sea positivo”, transmita a sus jugadores seguridad, por supuesto evite cualquier ápice de duda, de temor, aunque lo tenga, es usted entrenador y en su sueldo entra el confiar en sus jugadores, de otro modo es usted un entrenador pre-cesado.
Recordar las virtudes del rival sin mostrarse inferior es un principio fundamental, argumentar a sus futbolistas que haciendo las cosas bien y según lo planeado puede llevarles al triunfo.
Siéntese al lado de cada uno de los jugadores mientras estos se cambian, se vendan o están en la mesa de masajes, transmítales confianza, asegúrese de que entienden perfectamente su rol, sus obligaciones y hágales sentirse importantes.
Logré que sus jugadores participen en la conversación, que pregunten, haga usted preguntas confirmativas para asegurarse de que todo quedó claro, utilice papel tipo póster para los gráficos y cuélguelos por todo el vestuario.
Reúna también a los jugadores por líneas y hable de esa forma en grupos con ellos, que sientan que son una unidad dentro de un todo.
Pida a su equipo técnico (segundo entrenador, preparador físico etc) que colaboren hablando con los jugadores y sobretodo detectando posibles temores, angustia, ansiedad, desmotivación o cualquier elemento adverso, consiga así mismo que los suplentes sean los primeros en transmitir confianza mas que enfado y decepción.
Como último punto recuerde que esta charla de forma global no debería durar mas de 40 minutos, a partir de ahí los artistas empiezan a dispersarse y ausentar su atención de la sesión.
Tenga presente el ya mas que conocido axioma de :
Si quieres que sucedan cosas diferentes deja de hacer siempre lo mismo.

Charla motivadora.
Frecuentemente los entrenadores se equivocan planteando las charlas motivadoras bien por falta de convicción bien por falta de ideas, aún recuerdo frases de jugadores refiriéndose a sus entrenadores como “estaba cagado antes de los partidos” o “no paraba de dar vueltas en el vestuario”.
A menudo los entrenadores dan charlas motivadoras repetitivas, iguales semana tras semana, puede parecer sorprendente en un mundo donde hay que vender ideas, pero no por ello menos cierto. Consecuentemente la charla motivadora se convierte en la “brasa” de cada semana, los jugadores ponen “el piloto automático” y la motivación desaparece. Para ser efectiva pues, el contenido, los medios (recortes de prensa, mensajes escritos en la pared, música, expresiones corporales) deben aportar frescura, deben resultar estimulantes para los jugadores y adaptadas al estado moral que atraviesa el equipo en ese momento, obviamente el medio es diferente para un equipo en racha ganadora que para otro en el lado opuesto.
Ante todo muéstrese confiado recuerde a sus jugadores sus virtudes no sus defectos (sea positivo), ejemplo: “cuidado con los centros al área, somos mas bajos que ellos” este es el mensaje equivocado, el correcto podría ser “sí estamos atentos no tendremos problemas en el juego aéreo”, sí realmente sus jugadores son bajos, ya no van a crecer en los minutos que quedan para el inicio, mejor que confié en lo que tiene y no que los jugadores vivan un drama de ansiedad en cada balón centrado por alto.
En resumen, los jugadores están muy vulnerables y son muy susceptibles antes del inicio del partido, sea positivo¡¡¡¡mejores o peores son lo mejor que tiene, ahora solo queda que obtenga todo lo que ellos pueden dar, recuerde que su actitud y sus palabras son las de “el líder” del equipo, el guía del grupo, transmita seriedad y profesionalidad a la vez que confianza.

TÁCTICA: PRINCIPIOS OFENSIVOS EN FÚTBOL: AMPLITUD

Escrito por Félix Carlón en Domingo, 14 Julio 2013. Publicado en Táctica

TRABAJO TÁCTICO OFENSIVO, EXPLICACIÓN Y ENTRENAMIENTO

TÁCTICA: PRINCIPIOS OFENSIVOS EN FÚTBOL: AMPLITUD
Principios tácticos ofensivos: AMPLITUD
Táctica. Evitar la superioridad numérica de los defensores, mediante cambios de orientación, pases verticales fluidos y siempre manteniendo al menos un jugador abierto en la banda contraria donde se está jugando el balón. Doble objetivo:
  • Estar habilitados para un cambio de orientación rápido.
  • Obligar a la defensa contraria a bascular rápidamente y por tanto provocar desequilibrios tácticos.

La ineficaz pertenencia

por  el 11 febrero, 2014 • 16:46
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En el constante intento por acomodar la retina y las entrañas ante ciertos excesos mundanos, estamos conviviendo con una serie de cuestiones que son noticia en torno a lo que algunos entienden como un premio o un reconocimiento, por no hablar de estilos de liderazgo, ya sea con pizarra en mano o con corbata y calculadora. Debates, ya sabemos, los que se quieran; tantos como formas de entender o necesidades de interpretar. 
En absoluto ese es el objeto de esta reflexión, pero sí la excusa para abrir la puerta de par en par y airear ciertas cuestiones. Oxigenar no solo es sinónimo de vida, sino que debiera ser un infinitivo que ejerciera en nuestras vidas de brújula.
Por todo ello, más que nunca pienso que sería oportuno debatir sobre ciertas actitudes en torno a las personas que se relacionan con el deporte y también con el fútbol, aunque demasiadas veces parezca por propios y extraños que aquel tiene de deporte lo justo.
Precisamente por eso creo que reconocer que no somos, sino que estamos siendo me sitúa ante la pregunta de si dicha disyuntiva se trata de una condición innata o una herramienta y si se tiene en cuenta su optimización o una vez más dejamos que se nos escape el agua entre los dedos en medio del desierto.
No sería coherente decantarme por una de estas opciones sin contextualizarlas, aunque lo cierto es que llama poderosamente mi atención la cantidad de energía y recursos que empleamos, es más, diría que desgastamos los seres humanos, en lo que denomino reafirmación de la evidencia, aunque también sabemos que no hay más ciego que el que no quiere ver. O dicho de otro modo: la necesidad que parecen mostrar más de cuatro de recordarse recordando quiénes son. 
Son, somos, pertenecemos, soy, eres… palabras que se difuminan cual estela en el firmamento con tan solo pronunciarlas, ya que antes de dejar pasar por la comisura de los labios el último sonido que las componen, cambian su estado.
¿Por qué empeñarnos entonces por competir zafiamente usando la herramienta de la exclusión? ¿No nos damos cuenta que es un arma de doble filo con efectos anestésicos sobre el cerebro?
Los seres humanos, cada vez con aparente menos porcentaje de lo segundo, y ante la paradoja de disponer de un mayor acercamiento al conocimiento, seguimos compitiendo por mantener la estirpe, la casta y el poderío que se supone infunde la pertenencia.
Esta actitud estática de esperar que los demás reconozcan en nosotros lo que somos es directamente proporcional al grado de desuso que hacemos de nuestra plasticidad cerebral. He ahí la cuestión que deseo resaltar. Nos olvidamos constantemente que tenemos la posibilidad de realizar auditorías emocionales que nos devuelvan índices de eficacia y productividad emocional, por tanto, de cambio, de aprendizaje.
Ya conocen mi empeño por acercar el gran olvidado a la estratosfera deportiva. Es el más fiel compañero de viaje, el que no falla, aunque nos recuerde por más que lo ignoremos que no solo está, sino que existe y se manifiesta en cada gesto que articulamos, en cada palabra que emitimos y en cada silencio que acomodamos. Él es así, capaz de dar y estar dispuesto a recibir como máxima expresión de su razón.
Él, el cerebro, no solo es el origen y el fin, sino que es el medio. Y quiero centrarme en esta ocasión en ese aspecto. Pese a ser demasiado ignorado, es el más inteligente de todos. Si le das combustible del bueno, te devuelve crecimiento y aprendizaje, satisfacción y alegría, luz y perspectiva. Si le das del malo, te da peor porque te deja solo ante el peligro y la espesa cortina de humo que rodea a los que solo poseen como baluarte el fallo ajeno, la ignorancia, el despotismo, la suerte o lo arbitrario.
Recordemos que el cerebro modula y modela y no olvidemos que en el modelo residen las claves para que las personas reaccionemos y actuemos en un sentido u otro. Alejados o cercanos, generosos o egoístas, crápulas u honestos. El modelo y los valores que de él emergen van a dar forma al estilo de tantas y tantas personas que directa o indirectamente se calzan las botas coherentes con lo que son y quieren ser. Porque eso de ser, además de cobrar entidad alfanumérica en nuestro documento de identidad, miren ustedes, poco más… que son y quieren ser. 
¿Qué pasa con lo que queremos ser? Ese es el verdadero juego cuando de jugar se trata. Porquelo demás, y en ese inespecífico término incluyo a factores que al parecer forman parte de un supuesto precio que hay que pagar cuando de fútbol se habla, supongo que hay que ubicarlo en el particular espacio que cada cual considere o pueda.
La intencionalidad emocional es un rasgo imprescindible cuando de aprendizaje se trata. Aprendizaje, por supuesto, incluyendo los distintos elementos del mismo: los potenciales aprendedores que todos somos y los que guían dicho aprendizaje. Pero de cómo nos manejemos ahí dependerá que él nos dé lo mejor de nosotros mismos y nos permita estar receptivos a lo mejor que nos rodea.   
Si no nos rodeamos de cerebros capaces de generar respuestas más allá de las absurdas pertenencias, si nos quedamos con la suerte disfrazada de excusa, mejor borramos el sapiens alhomo. Por tanto, no nos vendamos como no estamos siendo. Esa es la cuestión.
Todo esto me inspira, además, pensar en el mensaje que algunos técnicos lanzan cuando son llamados al rescate del navío a la deriva. Por supuesto también ese eco retumba en algunos despachos. Los términos que más se repiten cuantitativamente son, en mi opinión, de falso corte emocional. Esos que conectan con el valor (que no valores), el coraje (que no compromiso), la pertenencia de la que les hablaba (que no profesionalidad)… Perdón, olvidaba la hormona y escudo. Sí, ya saben, la testosterona que al parecer hace milagros cuando es necesario. Y el escudo, que aunque pequeño, hay que ver lo que algunos lo estiran para justificar lo injustificable.
En una competición en la que solo parecen ser unos cuantos y están siendo muchos, me parece infinitamente más atractiva la necesaria humildad de no creer ser, ya que ello nos predispone a comportarnos como seres inteligentes, puesto que no podemos olvidar que de lo que trata es de adaptarnos para cohabitar con la incertidumbre.
* Rosa Mª Coba Sánchez es licenciada en Psicología. Coautora junto con Fran Cervera Villena del libro “El Jugador es lo Importante: la complejidad del ser hunano como verdadera base del juego”.